-Todas las mañanas, al despertar,
se nos abonan 86.400 segundos de vida en nuestra cuenta para ese día, y cuando
nos dormimos por la noche no hay suma y sigue; lo que no se ha vivido en el día
se ha perdido, ayer acaba de pasar. Todas las mañanas se repite ese prodigio,
se nos abonan 86.400 segundos de vida, pero jugamos con esa regla inevitable: El banco puede cancelarnos la cuenta en cualquier momento sin previo aviso; en
cualquier momento, la vida puede acabar. ¿Qué hacemos, pues, con nuestros
86.400 segundos diarios? (Marc Levy, Ojalá fuera cierto). Antonio y Alondra decidieron gastarlos,
juntos.
A partir de este momento sintonice en youtube: Stay de Rihana, para mejor comprensión del texto que leerá a continuación.
Nota al lector: Estos sentimientos, emociones y
reacciones pueden cambiar con el tiempo. Atribúyalo usted a la impermanencia… Esta
historia surge como una suerte de tregua, un intento de perdón, ¿reivindicación,
quizás?... No sé, que hable el espacio. Por ahora Alondra se alegra de que una
coincidencia fortuita los uniera de nuevo, de forma madura, supieron gastarse
los minutos…sin arrepentimientos, sin discusiones, sin argumentos… Les bastó poco para darse cuenta que tienen todo lo que necesitan: el uno del otro.
Mañanas de café y sexo. Tardes de
paseos. Noches de… no había plan para esto. El día terminaba como querían. Eran espontáneos, como la primera
vez. Hacían lo que querían sin importar que tuvieran los días contados. No les
faltaron ganas. Me alegra contarles que Antonio y Alondra se atrevieron (sí, Antonio
y Alondra los de la historia interminable…Los de Bogotá, Miami ahora se
reinventaron en SM). Alondra la mujer de la mala memoria, Antonio con su ego
del tamaño de la Torre Eiffel. ¿Saben qué? Nada de esto importó, lo negativo desapareció opacado entre sonrisas, caricias y una pseudo certeza que emana de dos personas
que se recuerdan bien. De dos tontos
aterrados ante la idea de volverse a enamorar ¡Imposible! diría Alondra , ¡Impensable! diría
Antonio, pero mírenlos….
De nuevo en el desayuno, hubo quien
pensó que eran pareja. ¿Por qué no te mudas a Miami para que estés con “tu
chico”? De nuevo en la discoteca, un espontaneo se les acercó y le susurro a
Alondra al oído: “Tu chico tiene una chica super cute”, tu eres jodidamente
linda”. Ella, tímida pero agradecida, insegura pero bellísima, asintió
sonriendo. Antonio, un tanto sonrojado e incomodo, sonreía asustado ante la posibilidad de un
imposible. Esta corta estancia les demostró a ambos que pueden superarse. “El
miedo está solo dentro de ti”, dijo esta mujer en la mesa. ¡What a fools! se piensan
separados pero se empeñan en estar juntos.
En caso de que se repita, les
deseo suerte. Les recuerdo que el éxito de cualquier “relación”(esta palabra
asusta) es que el deseo de compartir prevalezca sobre el de recibir. Dense tiempo,
dense animo…contémplense y disfrútense mientras crecen, aprendan juntos sin
herirse. Aprovéchense de la distancia y háganla su mejor amiga. Tengan sexo por
internet, conversen al final del día y encuéntrense donde les de la gana… ¡Pero atrévanse! Acaben jodidamente enamorados
el uno del otro. ¡Ya es hora! Tic-toc…
-PD: Escribo porque el sentimiento
está fresco, porque estoy libre de impresiones negativas y veo potencial. Ahí te
va Darío Antonio… se acabaron las historias con finales tristes, ya estamos
grandes para eso. Recordémonos con algo más que cariño. ¡Te envío amor y luz!
Salud!!! Por la champaña que dejamos enfriando en la nevera, lista para
destaparla en otro destino. ¿Estás listo?
-PD2: Dime si no te dio miedo leer
esto, dime si no te dio miedo pensar que pueda ser real.
-PD3: Lo es. Cuando te des cuenta,
te sentirás libre y pleno. ¿Amigos? Siempre. ¿Algo más? Tiempo.
Pero si hay algo que se acabo es esto>>> Miedo.

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