domingo, 22 de enero de 2012

Gracias "D".


“A través del perdón, del amor y de la búsqueda tenemos la oportunidad de volver a empezar, de     volver a nacer como personas y como individuos.”   Paulo Coelho, El Aleph.

D., es mi maestro. Tengo que darle el crédito que merece al querer tallar una obra de arte sobre un pedazo de madera ya esculpido y un poco astillado. ¡BRAVO!, lo logró.

Reconozco que para D., fui también una prueba difícil, por suerte se encariñó conmigo en el camino. De no ser así yo también me hubiese lanzado a los leones. Y es que conmigo pueden sucederte dos cosas: o te apartas definitivo o te dejas fascinar completamente.

D., es quien me ha preparado en sabiduría y paz espiritual para nuestro próximo encuentro, ya lo sabes. Y valdrá la pena escuchar que durante estos dos años (así suena poco), mientras que si digo durante estos 730 días, 17.520 horas 71.051.200 minutos y 63.072 segundos me he dedicado a ser una nueva mujer, esa que esperaste, esa que valdrá la pena haber esperado.

Deberás hurgar dentro de mí con la certeza de quien no se decepcionará. Y te adelanto que no me ha tocado fácil. He aprendido duras lecciones con personas que quiero y con otras que no, me he frustrado en el proceso al no lograr absorber todo lo que aprendo. Aunque me reconforta la idea de saber que ese mundo existe y que soy parte de él, al igual que tú.

D., dice que todos tenemos una posibilidad de redención. Afortunadamente yo tome la mía muy en serio. Por suerte D., apareció al momento para guiarme en el proceso y tú aparecerás de nuevo como mi recompensa y te digo que lo vales. Vales mi sudor, mis lágrimas, mi llanto, mis obstáculos, mis noches en el desierto, mis días nublados, vales todo lo que el camino quiera ponerme si al final ese camino me conduce a ti.

Luego de saber esto, me atrevo a resumir nuestro último encuentro, contado entre el silencio y algunas personas que camuflaban mis miradas, aquellas que me permitían hacer contacto a pesar de la distancia. Era la alegría de verte luego de dos años esperando aquel momento que solo pasó en un escaso minuto, pero que me mantendría de nuevo en pie si quiera por otro año más, fue realmente allí que comprendí que quien realmente te acompañaba era yo. Te he acompañado todo este tiempo en mis sueños, en los tuyos,  y te he enviado un centenar de besos que si en estos momentos cierras los ojos podrás sentirlos. (En caso de que esto no suceda,  los guardo conmigo hasta que seas tú quien les ponga fecha y hora)

“Tenemos que estar preparados para las sorpresas del tiempo” El alquimista, Paulo Coelho.

Mi problema es que creo en ti como un sueño imposible y en la medida que me detengo a pensarlo siento que extrañamente incremento las posibilidades de que suceda. ¡Hay que creer en lo imposible!

Sin temor hoy te digo que estoy preparada para ti. Y ¿Por qué ahora, luego de dos años?, me preguntaste.  Porque en esos dos años me dedique a prepararme para ti.

Maktub. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario