viernes, 16 de julio de 2010

"P"de papá y "P" de perdón


Alicia: Papá, ¿estoy enloqueciendo?

Sr. Kingsley: Temo que sí. Te has vuelto loca, estás demente. Pero te diré un secreto. Las mejores personas lo están.

Nací sabiendo dos cosas: quiero escribir y quiero casarme. Con 23 años escribo, pero aún no me caso y confieso que la idea de caminar sin papá hacia el altar es en cuatro letras: D U R A.
Victoria de nuevo lo vio en sus sueños. Al parecer se encuentran, es extraordinario, sucede algunos 23 de cada mes bajo un pacto secreto con una de las 500 mil millones de galaxias existentes en el universo. Juntos lloraron y se abrazaron, Victoria lloró más y su padre le recordó esta vez que era una mujer extraordinaria.
Victoria tenía dos opciones: cuestionar su fe o debatir con Freud acerca de la psicología de sus sueños. Freud dice que los sueños son la realización simbólica de los deseos reprimidos. Victoria abandonó esta teoría y decidió aliarse con la fe, amiga de la cual recibió maravillosas referencias recientemente.
La fe es la creencia en aquello que no se puede ver ni tocar, a lo cual Victoria afirmó: creo en ti papá. En su último encuentro, su padre en compañía de su madre, le obsequió unos bellos tacones rojos. Su padre parecía contento. Alguien dijo una vez que Victoria era su mejor creación.
Victoria se considera una buena mujer, como pocas. Como aquellas que pueden ser acusadas de cualquier cosa, pero en su caso, jamás de nunca haberse disculpado. Es también pesimista, sensible y muy dedicada en lo que hace. Victoria sabe amar con el corazón, como pocas. Pero, como todo ser humano, inacabada e imperfecta, no le teme ni al exilio ni al destierro, su corazón es muy pequeño para alojar lo indeseable. Así Victoria confesó su extraña obsesión por pedir perdón.
Han pasado 603 días desde que Victoria vio a su padre por última vez y aún sigue sin entender que las decisiones de Dios son misteriosas y siempre a su favor. Victoria dice: Dios perdóname. Ella se encuentra cercana a vivir el momento uno, uno de los tres que se planteó a lo largo de su vida como los tres más importantes que vivirá sin su padre. Sólo faltan cinco días para que las palabras ¡LICENCIADA VICTORIA! sean pronunciadas, porque para la alegría de muchos y la satisfacción de otros, Victoria lo logró. Lo logró con los pies en la tierra, con un ángel en el cielo y con los empujones de aquellos que la reconstruyeron a pedacitos al menos un 23 de cada mes.
Victoria ama la vida, pero ciertamente con papá a su lado la vida sería distinta, con o sin lluvia.
“P”de perdón:
-A Dios, porque no le perdono haber quitado a papá de mis fotos, la de graduación, la de mi boda, la de sus nietos y las de mi vida entera desde el 23 de octubre de 2008.
-A mamá: porque “sometimes a hurt is so deep deep deep that I cannot weep, weep weep.”
-A una amiga: porque me cansé de perdonarla.
“P” de papá:
Víctor te extraño a mi lado.
“P” de postdata:
Apláudeme duro, hazme una fiesta en el cielo, llora conmigo y siéntete tranquilo porque algunos pasos equivocados, los disgustos causados y la búsqueda útil me trajeron hasta aquí.

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